Ella

Entonces alguien llamó a mi puerta, una, dos veces. Temeroso, fui a abrir, y allí estaba ella. Sin mediar palabra se tiró a mis brazos, me empujó contra el suelo y me besó. Intenté zafarme, pero fue inútil; ella me poseía por completo, como si fuera un objeto de su propiedad, un mero pelele. Me tomó salvajemente, sin que yo pudiera evitarlo. Lo único que pude hacer fue decir, con voz trémula:

- Puta alergia.

Relato corto y chorras que he hecho entre ratos de estudio. No lo he puesto en Tu Voz porque me parecía demasiado poco serio para ello xDDD