El Extractor de Tiempo

Este es el prólogo de un relato que escribí con 16 años y un mes. He elegido este ya que de mis treinta obras algunas están incompletas y todas son más largas que la po*** de Héctor de Troya . Espero que les guste:

Los cuatro reinos que forman Cuatro Coronas siempre compartieron las mismas características, llegando a ser incluso gemelos, y es que en sus orígenes fue un único reino que quedó dividido en cuatro grandes ciudades: Ladra, Kalati. Mersh y Nahamol.
Ladra era patria de mercaderes y comerciantes, exportaba oro y plata a Wiljayo, Smaof y Athzen, ciudades vecinas y que formaban junto con Cuatro Coronas el reino de Smaof. Rara vez nacía algún soldado o mago en Ladra pero, si un caso ocurría, emigraban a Kalati.
Kalati aportaba a Morgara los mejores soldados de todo el país. Destacaban sobre todo generales, estrategas y espías de élite. También entrenaba en menor medida magos, pero estos no llegaban a tener un nivel tan alto como el de Athzen, dentro del reino de Samof; Fukó, dentro de Morgara; y Auristry (Desierto de los Cuatro Horizontes, Araznock) dentro de los tres continentes conocidos.
Mersh no era una ciudad propiamente dicha. En Mersh vivía una extensa familia de nobles que se habían nombrado reyes de Cuatro Horizontes. Esta situación desencadenó una guerra civil entre las cuatro ciudades y, al final, Cuatro Coronas se declaró independiente.
Nahamol era el hogar de la cultura. No había una raza dominante, sino que convivían elfos, enanos, hombres y mamelucos. Nahamol tuvo mala reputación con sus hermanas, sobre todo con Mersh, pero acabó instaurándose como ciudad multicultural.

Las cuatro ciudades vivían en paz mutuamente hasta que un científico procedente de la isla de Xe llegó a Ladra para comerciar un invento suyo. El invento consistía en un extractor que succionaba el tiempo de vida de una persona, para ser empleado por otra ajena, la cual ampliaba su esperanza de vida. Esta noticia llegó a oídos de Mersh, quien se encargó de apoderarse del extractor para, posteriormente, controlar Cuatro Coronas. La familia se peleaba por el extractor, hasta que uno de ellos, Ziothor, el hijo mayor extrajo el tiempo de sus parientes rivales y fundando así una nueva ciudad gobernada por él. Con el paso del tiempo, Ziothor no envejecía y las ciudades colindantes empezaron a sospechar de algún hechizo o maldición, hasta que se descubrió el origen del Extractor de Tiempo. Muchos soldados, espías y magos intentaron recuperarlo, pero Ziothor les arrebataba el tiempo de sus vidas para quedárselo y así vivir más. Al final, una comisión formada por los representantes de todas las ciudades de Morgara decidió aislar Mersh del resto del mundo y esperar a que Ziothor muriera. Seis mil años después, Ziothor se mantenía joven y Mersh fue conocida como la Ciudad de la Justicia, la cual era un tanto sádica pues su lema era la letra con sangre entra ya que el más mínimo delito equivalía a perecer en el extractor. Ante esta situación, fue Nahamol quien dio el primer paso para recuperar el Extractor de Tiempo.

Ah, y un recordatorio Todos los derechos están reservados. Nada de plagios

Pero eso no vale!!! hombre!!! no me parece nada justo que pongas el prólogo y lo dejes ahí, no no no XDD las cosas no se hacen así, no es bonito dejar a los demás a medias... uhm!

Valeeee Si queréis pongo el resto, son diez páginas, puedo?

XDD diez folios!!! madre mía yo que no consigo que mis relatos pasen de seis a espacio uno y medio!!! ^^,
no me se las normas del foro en extensión... que hable la admin

Estoy de acuerdo con Ilkaan, eso hay que extenderlo más. Me ha gustado este inicio, promete mucho, y no sólo diez folios. Ahí veo material para hacer un libro entero (en serio)
O una saga de videojuegos estilo Prince of Persia (es lo primero que me vino a la mente, probablemente por la referencia al tiempo... )
Yo te dejaba poner los diez folios felizmente, no me importaría leerlos.

Bueno, preguntaré si se puede, si no, os voy sacando hojitas diarias en plan novelas de periódico a lo Edgar Allan Poe o Conan Doyle
Anda que si llego a subir mi obra maestra de ciento cincuenta hojas...

Síp, tiene muy buena pinta. Está muy pensado todo, y se puede uno imaginar perfectamente las ciudades.
Solo una cosilla, estaría bien que pulieras un pelín más el estilo, darle un poco más de vida a las descripciones, lo he leído con el tono con el que un niño suelta todo lo que se ha aprendido para un examen de memoria (quizá sea cosa mía y no del texto, puede ser)
Pero, lo dicho, mi impresión es muy positiva, y me ha dejado con ganas de leer más, así que, venga, a por la próxima entrega!