La Desesperada Llamada a la Unión

Hace tiempo atrás me manifesté en contra de un mar de reformas llevadas a cabo por un gobierno que no me representaba (junto con muchos otros).

No entendía que las personas las cuales decidieron no manifestarse nos impedían ejercer nuestro derecho de reclamar derechos. Tampoco entendía en que beneficiaba los tremendos hachazos que pretendía hacer el gobierno a su futuro.
Si los tijeretazos los hubiese llevado a cabo un partido que "agarra flores rojas" también me habría manifestado.

Por favor, no deduzcas mal, no soy rojo. Ni azul, ni verde... Soy un ser de ningún partido.
Tampoco soy anarquista, anarquía significa sin dirigente. Nosotros mismos podemos ser nuestros dirigentes, nosotros somos los únicos que podemos dictar nuestros actos.

A lo que quiero llegar es esto: en las reivindicaciones no te unes a ningún partido para luchar contra otro. Te unes a personas también desconformes que luchan por sus derechos (irónicamente también luchan por los de sus enemigos).

En mi opinión la política divide a la gente en partidos y los enfrenta. Cada partido posee ideas en contra de otros partidos e intenta ganarse a masas descerebradas, las cuales se preocupan más por dedicarles gritos y vítores que por darse cuenta de la espiral controladora a la que se las somete.
Ideas que aún no hemos visto que funcionen, al menos a placer de todos. Ideas que enfrentan cuando deberían unir.

Estas doctrinas favorecen el aislamiento del individuo, marginándolo ergo debilitándolo. Pues la verdadera fuerza y poder radica en la sociedad unida.

Uno solo no logra el cambio si no se le unen más. No habríamos construido nuestras grandes edificaciones si hubiésemos sido individuos solitarios. Ni siquiera hubiéramos tenido la fuerza necesaria para poder mover un solo bloque de hormigón.

Es por ello que defiendo mi pensamiento: no una sociedad unida con sus creencias vecina de otra con las suyas, sino una sola con las aportaciones de todos. Ni roja, ni verde o negra. Ni mucho menos azul. Una sociedad que trabaja para sí misma sin mandatos ni opresiones políticas de nadie.

Acabo mi perorata parafraseando a Martin Luther King: Tengo un sueño donde todos nacemos unidos moviéndonos juntos por el cambio, uno donde los individuos con problemas gritan al resto porque saben que se les escuchará.